Si no conoces esta irónica teoría no encontrarás sentido a sus progresos pero un grupo de universitarios estadounidenses no cesan en su empeño por convertir su visión del mundo en la nueva religión de los ateos.
El pasado verano Estados Unidos se encontraba en medio de un gran debate nacional porque algunos grupos conservadores apoyados por Bush, quién si no, trataban de introducir en las aulas una variante del creacionismo que niega a Darwin y basa la vida humana en la existencia de un Creador.
Para estos grupos esta teoría, llamada del "diseño inteligente", debería incluirse en el temario de ciencias de las escuelas públicas porque es "científica". La propuesta comenzó a ganar adeptos y acabó en los tribunales. Grupos progresistas y la mayoría de los científicos no estaban dispuestos a aceptar "una teoría religiosa como si fuera científica".
Y fue aquí, en medio de este debate, cuando un estudiante de Física estadounidense dio el primer paso hacia la teoría del espagueti volador.
Bobby Henderson envió una carta abierta a la Universidad de Kansas en la que aseguraba que el universo había sido creado por un ser llamado el "monstruo del espagueti volador". En la irónica misiva se instaba al rectorado a que los planes de estudios incluyeran la enseñanza de esta nueva teoría "científica".
La idea del espagueti rebosa estupidez en la cáscara pero el objetivo de sus autores no es menor: Si las ideas religiosas son admitidas como "científicas", los libros de texto podrían llenarse de teorías tan disparatadas como la del espagueti volador.
Para Henderson y sus fieles la base científica del diseño inteligente es exactamente la misma que la de su ser superior con cuerpo de fideos. Si los conservadores abogan por un "Creador" como origen de todo, ellos sostienen que fue su espagueti quien inició la vida en la tierra.
La historia podría haber terminado aquí pero las cartas se multiplicaron para llegar a muchas otras instituciones educativas de Estados Unidos y una legión de seguidores surgió de Internet para exigir que los pastafaris, que así se hacen llamar los fieles al espagueti volador, tengan igual rango que las teorías creacionistas. Mismos fundamentos, mismos derechos. Si su teoría es científica, la nuestra también.
El pasado 14 de febrero salió a la venta The Gospel of the Flying Spaghetti Monster (El Evangelio del Monstruo del Espagueti Volador), un libro que, como todo buen evangelio, ofrecerá las claves de esta religión y servirá como potente herramienta proselitista. Después, el dinero recaudado por el libro se sumará a los donativos y a los ingresos por merchandising para comprar un barco pirata. Una vez adquirida y fletada, la nave surcará los océanos de todo el mundo llevando la palabra del espagueti volador. ¿Y por qué un barco pirata? Otra de las teorías de los pastafaris establece una "significante relación entre el descenso de piratas en los mares y el calentamiento global" y si volvemos a poblar los mares de piratas, la temperatura del globo descenderá de nuevo.
Una teoría más inteligente que la de aquellos que defienden el creacionismo (ya se conoce el dicho "Cuando muere dios nace la inteligencia"), llegando a ofrecer más de 25.000 dólares a quién demuestre empíricamente la teoría de la evolución. Por cierto, en respuesta a ese ofrecimiento de 25.000 dólares los pastafaris ofrecen un millón de dólares a la persona que pueda probar empíricamente que Jesús no es el hijo del Monstruo del Espagueti Volador.
Corto y cambio,
El pasado verano Estados Unidos se encontraba en medio de un gran debate nacional porque algunos grupos conservadores apoyados por Bush, quién si no, trataban de introducir en las aulas una variante del creacionismo que niega a Darwin y basa la vida humana en la existencia de un Creador.
Para estos grupos esta teoría, llamada del "diseño inteligente", debería incluirse en el temario de ciencias de las escuelas públicas porque es "científica". La propuesta comenzó a ganar adeptos y acabó en los tribunales. Grupos progresistas y la mayoría de los científicos no estaban dispuestos a aceptar "una teoría religiosa como si fuera científica".
Y fue aquí, en medio de este debate, cuando un estudiante de Física estadounidense dio el primer paso hacia la teoría del espagueti volador.
Bobby Henderson envió una carta abierta a la Universidad de Kansas en la que aseguraba que el universo había sido creado por un ser llamado el "monstruo del espagueti volador". En la irónica misiva se instaba al rectorado a que los planes de estudios incluyeran la enseñanza de esta nueva teoría "científica".
La idea del espagueti rebosa estupidez en la cáscara pero el objetivo de sus autores no es menor: Si las ideas religiosas son admitidas como "científicas", los libros de texto podrían llenarse de teorías tan disparatadas como la del espagueti volador.
Para Henderson y sus fieles la base científica del diseño inteligente es exactamente la misma que la de su ser superior con cuerpo de fideos. Si los conservadores abogan por un "Creador" como origen de todo, ellos sostienen que fue su espagueti quien inició la vida en la tierra.
La historia podría haber terminado aquí pero las cartas se multiplicaron para llegar a muchas otras instituciones educativas de Estados Unidos y una legión de seguidores surgió de Internet para exigir que los pastafaris, que así se hacen llamar los fieles al espagueti volador, tengan igual rango que las teorías creacionistas. Mismos fundamentos, mismos derechos. Si su teoría es científica, la nuestra también.
El pasado 14 de febrero salió a la venta The Gospel of the Flying Spaghetti Monster (El Evangelio del Monstruo del Espagueti Volador), un libro que, como todo buen evangelio, ofrecerá las claves de esta religión y servirá como potente herramienta proselitista. Después, el dinero recaudado por el libro se sumará a los donativos y a los ingresos por merchandising para comprar un barco pirata. Una vez adquirida y fletada, la nave surcará los océanos de todo el mundo llevando la palabra del espagueti volador. ¿Y por qué un barco pirata? Otra de las teorías de los pastafaris establece una "significante relación entre el descenso de piratas en los mares y el calentamiento global" y si volvemos a poblar los mares de piratas, la temperatura del globo descenderá de nuevo.
Una teoría más inteligente que la de aquellos que defienden el creacionismo (ya se conoce el dicho "Cuando muere dios nace la inteligencia"), llegando a ofrecer más de 25.000 dólares a quién demuestre empíricamente la teoría de la evolución. Por cierto, en respuesta a ese ofrecimiento de 25.000 dólares los pastafaris ofrecen un millón de dólares a la persona que pueda probar empíricamente que Jesús no es el hijo del Monstruo del Espagueti Volador.
Corto y cambio,
1 Apuntes:
Venga, va...a que me hago Pastafari ahora !
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