Puede que no se lo crean, pero anoche soñé que encontraba en mi ciudad, Las Palmas de Gran Canaria, un lugar desde donde podía observar el cielo estrellado. Desgraciadamente es imposible encontrar un lugar donde poder ver las estrellas en la ciudad, y muy difícil en sus inmediaciones. La contaminación lumínica que desprenden las grandes urbes nos impiden ver las estrellas.
De todas formas soy una persona afortunada, mis veranos han sido en un pequeño pueblo del norte de Extremadura (Segura de Toro, lo más bonito del mundo) y en las noches podía ir a las "piedras del portugués" y disfrutar de un cielo limpio lleno de pequeños puntos de luz.
Pues como decía anoche soñé con cielos estrellados, y hoy por la mañana leo esta noticia en la prensa. Los científicos pretenden declarar el derecho que el progreso nos ha quitado, ver las estrellas. Creo que desgraciadamente ese derecho se quedará en agua de borrajas, pero en un mundo donde el gris cemento nos envuelve, donde el asfalto nos ahoga, sólo nos queda el cielo como espacio de respiro... y porque no tener el derecho de poder disfrutar de un cielo estrellado, un cielo que te hipnotiza y relaja, un cielo en el cual te puedes perder durante horas mientras haces nuevos descubrimientos a cada minuto.
Además al observar el cielo nos llega una cura de humildad, algo de lo que la humanidad está muy necesitada, al comprobar que sólo somos una mota en la inmensidad del universo.
Corto y cambio,
De todas formas soy una persona afortunada, mis veranos han sido en un pequeño pueblo del norte de Extremadura (Segura de Toro, lo más bonito del mundo) y en las noches podía ir a las "piedras del portugués" y disfrutar de un cielo limpio lleno de pequeños puntos de luz.
Pues como decía anoche soñé con cielos estrellados, y hoy por la mañana leo esta noticia en la prensa. Los científicos pretenden declarar el derecho que el progreso nos ha quitado, ver las estrellas. Creo que desgraciadamente ese derecho se quedará en agua de borrajas, pero en un mundo donde el gris cemento nos envuelve, donde el asfalto nos ahoga, sólo nos queda el cielo como espacio de respiro... y porque no tener el derecho de poder disfrutar de un cielo estrellado, un cielo que te hipnotiza y relaja, un cielo en el cual te puedes perder durante horas mientras haces nuevos descubrimientos a cada minuto.
Además al observar el cielo nos llega una cura de humildad, algo de lo que la humanidad está muy necesitada, al comprobar que sólo somos una mota en la inmensidad del universo.
Corto y cambio,
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