Tiempo de ausencia

Hace tiempo que no me acercaba a este rincón (y cuando lo hago hay una versión beta de blogger). El motivo de este momentaneo abandono blogero fue, en primer lugar, por una pequeña crisis de la que creo que hemos (he escrito bien, en plural: hemos) salido más fuertes y, en segundo lugar, por un viaje por los madriles.

Lamentablemente el viaje fue muy corto y se han quedado muchas cosas pendientes (como ocurre siempre que visito Madrid, y lo que, por otro lado, me da una excusa para volver). A las visitas habituales (mi querido FNAC y al cocido de la Taberna La Bola), se sumó una visita a una fabulosa exposición de arquitectura (alucinante un proyecto en Sevilla del que me he quedado prendado) y a la imperial ciudad de Toledo.

También, como suele ser habitual, Porsela y yo nos acercamos doblemente por el teatro. Disfrutamos con Expinete no existe (hacía mucho tiempo que no lloraba de la risa) y con el musical Hoy no me puedo levantar (cuatro horas en la que no te puedes levantar... por no molestar a los actores); del primero sólo puedo decir que si tienes entre 24 y 32 años (he aumentado el ratio de edad para que Salva se sienta integrado) y vas por Madrid, NO TE LO PUEDES PERDER (además sólo cuesta 20 €), el musical está bien, un montaje increible y un personaje genial, el chaka, que injustamente es secundario de un David Bisbal cualquiera... pero me gustó mucho más el musical de QUEEN.

Por último una visita a Casa Lucio y sus huevos estrellados para volver a Las Palmas (de Gran Canaria). Nos lo pasamos tan bien que mi maleta decidió pasar un par de días más por allí... con un intento anónimo, en esos días de juerga en solitario, de forzar su cerradura.

Una vez de vuelta, y salido de la crisis, espero volver a pasarme más a menudo por aquí. Gracias a los que siguen aquí tras tantos días de ausencia, y a los neofitos que se han acercado por aquí, sólo decirles que espero que vuelvan.

Corto y cambio,