Opiniones por doquier

23 junio 2006

Internet ha conseguido que se puedan verter opiniones y realizar debates con una facilidad pasmosa (este blog es buena prueba de ello). Nuestras ideas y opiniones pueden llegar al otro lado del planeta al segundo e iniciar interesantes, y diferentes, debates con personas de todo el globo.

Hoy en día una persona con un ordenador y una conexión telefónica puede gritarle al mundo sus ideas, y opinar sobre las de otro.

Por eso me ha sorprendido que con esta facilidad para trasmitir opiniones se sigan utilizando viejas fórmulas para proclamar ideales. Esta mañana me la he pasado en la biblioteca general de la universidad estudiando para un examen que tengo el lunes. Por cuestiones fisiológicas tuve que ir al baño, y como no tenía nada que leer me entretuve con las pintadas que había en la puerta.

Hace un par de años en las puertas solían escribirse tonterías, poner anuncios falsos y cosas así... pero esta mañana pude leer un auténtico debate sobre la independencia de Canarias, con personas a favor y en contra que exponían sus argumentos con mayor o menor acierto.

Sin entrar hoy en el tema de debate que mis compañeros estudiantes han promovido en sitio tan indicado para la reflexión, quizás más adelante le dedique un post único, me gustaría decir que me asombró gratamente que se usara ese espacio para un debate de verdad y no para asuntos banales (aunque sea mediante el destrozo de "esta nuestra universidad").

Me ha dado por reflexionar que quizás internet nos ha permitido acceder a comentar y propagar tantas ideas y opiniones, que ahora estamos preparados y acostumbrados a hacerlo sin importar el tipo de foro... o también puede ser, siendo más realista y menos romántico, que cuando estamos cagando el tedio nos lleva a escribir sobre cualquier cosa, incluso, en ocasiones, de cosas serias.

Corto y cambio,