Clerks 2 o el regreso a los orígenes

10 septiembre 2006

Kevin Smith demostró hace 12 años que con un buen guión no hace falta mucho dinero para hacer una gran película. Clerks, una película rodada en blanco y negro en el supermercado de los padres del propio director (y financiada mediante petición masiva de tarjetas de créditos con datos falsos), pronto se convirtió en objeto de culto para muchos, entre los que me encuentro. El humor frikie (supongo que a Fernando Torres también le gustará) unido a una historia sobre el descubrimiento personal, convirtió a Smith en el abanderado de una nueva generación de cineastas.

Después de Clerks llegaron otras dos obras geniales, Mallrats y Persiguiendo a Amy, ambientadas en Jersey y cuyas historias se relacionaban indirectamente entre sí. Smith estaba en la cumbre... y cuando uno está en la cumbre sólo puede bajar.

Tras estas tres grandes películas llegó Dogma, una película muy ambiciosa con un planteamiento interesante a la par de polémico, la fe cristiana. Siendo una buena película, no llega al nivel de sus predecesoras. Así que Smith quiso cerrar la saga de Jersey, todas aquellas pelis en las que salían Jay y Bob el Silencioso (este último alter ego del director), con una homenaje a estos dos personajes en una película gamberra que se ríe de sus propias películas y personajes, Jay y Bob el Silencioso contraatacan.

Tras finalizar este periplo, Smith anuncia un film más adulto, Jersey Girl, más en la línea de Persiguiendo a Amy. Jersey Girl es la primera de sus películas donde no salen ni Jay ni Bob el Silencioso... y es un fracaso. La crítica, el público y hasta el propio director salen decepcionados de este intento.

Así que nos encontramos a Smith, tras un gran varapalo en su carrera, tratando de volver a ser el cineasta intrépido y trasgresor de sus primeros filmes... ¿y cómo se puede volver a empezar? Smith nos da la respuesta, volviendo a los orígenes.

Smith retoma a Dante y a Randall, recupera a Jay y Bob el Silencioso, vuelve a Nueva Jersey... retoma Clerks. Pero, afortunadamente, no repite la misma historia (aunque hay un paralelismo ineludible, no sólo por los personajes), ahora la rueda en color (hay dinero) y los personajes tienen 10 años más.

Dante y Randall ya no son los veinteañeros que tenían un "temporal" trabajo de mierda a la espera de algo mejor... ahora están en el punto de coger las riendas de sus vidas y elegir el camino que les llevará a ese futuro mejor. Pero la duda surge cuando uno se plantea qué es lo que realmente quiere, cuál es ese futuro mejor... el que te señala todo el mundo o aquel incierto donde te encuentras más cómodo.

La película, en definitiva, trata de esa elección que todos hacemos al menos una vez en la vida entre los seguro o lo incierto, entre el camino fácil o el correcto, un camino que Smith, en paralelismo con el propio film, recorre volviendo al principio.

Pero este mensaje, esta historia está englobada dentro del humor frikie y salvaje al que nos tiene acostumbrado Smith y que en momentos te hace llorar de la risa, momentos que suelen venir de la mano de Randall y su compañero de curro "Optimus Prime". Sublime la conversación sobre el amo del calabozo y el guardián de la gruta, y el resumen que Randall hace la Trilogía del Anillo.

Corto y cambio,

1 Apuntes:

Anónimo dijo...

tenemos ke kedar para ir a verla