And the Oscars goes to. . . (2ª parte)

12 febrero 2006

Se trata de la sensación de ser tocado. En cualquier ciudad auténtica, uno camina y resulta que roza o tropieza con la gente que pasa. En Los Ángeles, nadie te toca. Siempre estamos tras metal y cristal. Me da la sensación de que echamos tanto en falta ese tacto que nos precipitamos los unos sobre los otros sólo para sentir algo.

(Graham Waters)

¿Realmente conoces a alguien?, ¿se puede ser totalmente bueno o, por el contrario, ser totalmente malo?, ¿la vida es sólo blanca o negra?

Estas preguntas son las que se plantea, con mayor profundidad y complejidad, Paul Haggis en su genial Crash (Colisión). Haggis firma una película coral que se desarrolla durante 36 frías horas en la vida de una serie de personajes representativos de la mayor parte de las personas que viven en Los Ángeles, una pareja de ricos Blancos Anglosajones, interpretados por Brendan Fraser y Sandra Bullock, atracados por un par de raterillos (Larenz Tate y Ludacris); un detective negro (Don Cheadle) que sale con su compañera sudamericana (Jennifer Espósito); una familia de persas, viviendo en un estado perpetuo de pánico ante una sociedad que les ha declarado non gratos desde el 11-S; un joven cerrajero latino que lucha para sacar adelante a su familia; un poli " bueno " (Ryan Phillipe); un poli " malo " (Matt Dillon); y un matrimonio negro de clase alta (Terrence Howard y Thandie Newton) que intenta encajar como puede en el estándar social reservado para los blancos.

Crash no es la historia típica de unos estereotipos que existen, y cuyas vidas se limitan a elegir el tipo de pan que van a comprar o si su mujer les va a dejar. En Crash los personajes viven y se enfrentan a decisiones de vida o muerte, cuyas consecuencias pueden hacer tambalear sus principios y convicciones. Es decir, esta película busca el alma humana.

Pero además de presentar un axioma interesante y unos personajes maravillosamente tratados; este film es interesante, ocurren cosas, los personajes evolucionan a lo largo del metraje y nos muestran que todos tenemos un lado oscuro y otro claro, pero sobre todo uno gris, que es donde normalmente nos movemos. Todo esto enclavado en el marco de las diferencias raciales, que sirven como hilo conductor de la historia.

Si queremos buscarle un fallo, podríamos decir que, como buena película coral que es, algunas de las historias flaquean (sobre todo la de Fraser y Bullock, pero es que sus personajes no dan para más) y algunos personajes están tratados con mayor cariño que otros, en especial el de Matt Dillon, que vive una de las mejores momentos de tensión que he visto en el cine en los últimos años, cuando ayuda al personaje de Thandie Newton tras haberla manoseado impunemente la noche anterior (no cuento más por si has cometido el grave error de no ver esta película aún, ya que te estropearía esta impagable escena).

Pero no sólo la historia, la dirección y los actores nos atrapa; una fotografía cuidada y una banda sonora que se ajusta a la historia perfectamente, nos hacen disfrutar de un gran rato de buen cine.

En definitiva, una película que nos muestra las miserias humanas (al estilo de las grandes Mistic River, Million Dollar Baby, 21 Gramos . . .), con un estilo y una temática similar a Traffic y Magnolia.

Paul Haggis ha demostrado que no sólo es un gran guionista, sino un fantástico director.

Lo + : Nos transmite un mensaje; puedes aceptarlo o no, pero existe un mensaje claro.

Lo - : Que para contentar a ciertos sectores conservadores, Haggis se pasa de edulcorado en algunos momentos, pocos eso sí.

Corto y cambio,

2 Apuntes:

Porsela dijo...

Por segunda vez seguida parece que estamos de acuerdo, no sé si preocuparme ;)

Al principio me preocupé un poco pensando que todo iba a tener final feliz... pero luego se equilibró.

Gala dijo...

La destripaste a gusto, eh?? Me alegro de que la disfrutaras tanto como yo pero, francamente, no le veo ningún parecido con Magnolia, ahí sí, difiero contigo y con Mario... sólo se parece en la estructura que, por otro lado, en el caso de Magnolia no me pareció tan ágil...

Besos!!