En 1981, un 23 de febrero para ser más exactos, unos militares golpistas entraron a punta de pistola en el Congreso de los Diputados. Estos militares intentaron dar un Golpe de Estado que acabara con nuestra, por entonces, joven democracia.
Pero todo eso lo hicieron de buen rollo, sin mala voluntad. Pretendían acabar con las libertades recién adquiridas y devolver a nuestro país a otros 40 años de atraso y oscuridad, pero con buena voluntad.
Estos militares lo hicieron por el bien de todos, para acabar con el libertinaje que empezaba a hacer mella en nuestra sociedad.
¿Qué si me he vuelto loco? No, para nada. Lo antes expuesto no es cosa mía, sino del Presidente Fundador de ese partido político de centro reformista, el PP. Además no ha sido dicho en una conversación privada, sino en la Convención ?publicitaria? que el PP ha tenido el pasado fin de semana. Es triste ver como ese partido que se autodenomina moderado (nadie más lo hace) aplaude y jalea discursos como este:
"En estos días, se ha recordado con gran oportunidad el frustrado golpe de 23 de febrero de 1981, cuando algunas personas, sin duda llenas de buena voluntad, con un gobierno dimitido, intentaron dar un golpe militar de Estado"
Manuel Fraga, presidente de honor del Partido Popular (ese que fue dueño de la calle durante el franquismo).
Corto y cambio,
1 Apuntes:
Claro... entonces, si el golpe de estado fue de "buen rollito", el clima de crispación que están creando hoy en España, ¿cómo lo llamarán? Pura indulgencia, ¿no?, como mínimo, vamos.
Sí, sí. PP sin fronteras. Y mi abuelo es pirotécnico.
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