El paleontólogo Neil Clark, del Hunterial Museum de la Universidad de Glasgow (Escocia), lleva dos años investigando la leyenda del monstruo del Lago Ness. Tras tanta investigación ha llegado a la conclusión de que el monstruo no es tal monstruo sino que eran elefantes de un circo.
Resulta que los circos, en sus rutas entre pueblos, a principios del siglo XX solían parar a descansar en las orillas de este lago, momento en el cual los elefantes aprovechaban para pegarse un bañito. Los lugareños observaban entonces a un animal con un largo cuello (en realidad la trompa del elefante) y dos jorobas (la cabeza y el lomo del animal) en medio del lago, y así continuó forjándose esta leyenda del siglo VII.
Tanta investigación para demostrar que Nessie (como popularmente se le llama a dicho monstruo) no era un animal prehistórico; pero para eso, ¿no hubiera sido más fácil preguntarle a Fraga si tenía algún amigo de su niñez viviendo cerca del lago?
Corto y cambio,
1 Apuntes:
Fraga por ese entonces sólo se bañaba en aguas radioactivas.
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